viernes, 28 de diciembre de 2007

Mensaje de Fin de Año

En estas celebraciones de Navidad y Año Nuevo, es común que reflexionemos a respecto de lo que hemos vivido a lo largo de estas cuatro Estaciones. Y es posible que, en estas reflexiones, nos alegremos por nuestros logros, critiquemos a los culpables de nuestros fracasos o nos quejemos del día a día rutinario y agotador. Pero quiero invitarles en este año a un enfoque distinto, a un desafío de la fe. En una carta escrita a los cristianos que vivían en la ciudad de Tesalónica, el apóstol Pablo les escribió el siguiente mensaje "...den gracias a Dios en toda situación, porque esta es Su voluntad para ustedes en Cristo Jesús." Al aceptar esta instrucción quizás difícil, pero sencilla, estamos reconociendo que Dios es bueno y que tiene el poder, y la voluntad, de hacer con que todas las cosas, incluso las dificultades, se tornen en provecho de aquellos que lo aman. Por esto los invito en este fin de año y navidad a esta acción de fe, a reunirse una noche con su familia, arrodillarse y agradecer a Dios por el año que pasó, mas allá de todas las cosas vividas en él, buenas o malas. ¡Que en esta acción de fe, Dios los pueda bendecir y regalar, en esta navidad, el mayor don dado a los hombres desde el principio de todo, la salvación que es en Cristo Jesús, el que hoy vive y es Rey de Reyes, pero que también fue un día el Niño Salvador!

¡De corazón!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que feliz está nuestro corazón, cuando continuamos un camino que creímos se había terminado, o vemos esa luz que estuvo en tinieblas por mucho tiempo, y nos alegramos con alguíen que nos acaricia, nos consuela, nos acerca a nuestra familia, nos guía, nos alimenta día a día, nos coloca las cosas más hermosas delante de nuestros ojos, y como se consigue todo eso...AMANDOLO A EL.....AGRADECIENDOLE A EL.....REFUGIANDONOS EN EL....es la guía y salvación de nuestras vidas, DIOS.

Anónimo dijo...

Aceptemos en este nuevo año, próximo a comenzar,la oportunidad que nos brinda CRISTO de buscarle diariamente. Dejemos que el actue en nuestro ser.
Velad y orad, permaneced en mi, velad y orad, tendreis poder, y cuando venga el tiempo de actuar, mi Padre Celestial nos ayudará...
Aceptemos la salvación gratuita de nuestro Padre Celestial.